La Pericoronitis es la inflamación de los tejidos blandos que rodean la corona de un diente erupcionado parcialmente. Esta entidad es más común en sujetos con edades comprendidas entre 17 y 25 años, es una causa común de hinchazón en la cara y generalmente se asocia a los tejidos retromolares del tercer molar inferior, aunque cualquier diente puede estar involucrado. Entre los síntomas que se desarrollan, las quejas predominantes del paciente consisten en limitación de la abertura maxilar, dolor e incomodidad al deglutir.
La inflamación se puede extender posteriormente a los pilares anteriores de las fauces y afectar a los músculos pterigoideos, lo que conduce a trismus. Se pueden desarrollar abscesos periamigdalinos como consecuencia de la diseminación de la infección. El trismus es un síntoma importante para el diagnóstico, y el escurrimiento de saliva desde la comisura labial a menudo es un signo característico. Los nódulos linfáticos en el lado afectado están agrandados y blandos, el aliento es fétido y puede presentarse alguna alteración al gusto.
Son pocos los estudios realizados en relación con la microbiología de la Pericoronitis; algunos de estos se han limitado a analizar el contenido purulento de los exudados, asociado a infecciones agudas, mientras que otros se han enfocado a la investigación de las condiciones de cronicidad del proceso infeccioso1. Si bien es cierto que en casi todos los casos hay una flora mixta, los estudios iniciales hacían referencia al aislamiento frecuente de estreptococos (principalmente los del grupo viridans) y estafilococos. De hecho, existe un reporte de un caso de absceso pericoronal que contenía solo Staphylococcus epidermidis.
Son pocos los estudios realizados en relación con la microbiología de la Pericoronitis; algunos de estos se han limitado a analizar el contenido purulento de los exudados, asociado a infecciones agudas, mientras que otros se han enfocado a la investigación de las condiciones de cronicidad del proceso infeccioso1. Si bien es cierto que en casi todos los casos hay una flora mixta, los estudios iniciales hacían referencia al aislamiento frecuente de estreptococos (principalmente los del grupo viridans) y estafilococos. De hecho, existe un reporte de un caso de absceso pericoronal que contenía solo Staphylococcus epidermidis.
Hoy día se sabe que la Pericoronitis es una infección polimicrobiana, donde los microorganismos implicados son predominantemente anaerobios obligados, entre los que destacan: Prevotella intermedia,Peptostreptococcus micros y Fusobacterium spp, en tanto que Porphyromonas gingivalis, aún cuando se sabe que es de las bacterias predominantes en las formas avanzadas de enfermedad periodontal, no se aísla usualmente a partir del saco pericoronario, lo cual ha sido interpretado como que la Pericoronitis no es una forma modificada de enfermedad periodontal. También se ha señalado el aislamiento ocasional de Streptococcus mitis en pacientes con esta afección.
En un estudio que se realizó a fin de determinar cuáles eran los microorganismos causantes de la Pericoronitis del tercer molar inferior, la observación microscópica arrojó la presencia de espiroquetas en 55% de las muestras y de bacilos fusiformes en 84% de estas. Las bacterias anaerobias obligadas aisladas en este estudio corresponden principalmente a los Géneros Actinimyces y Prevotella. También se detectaron microorganismos aerobios y anaerobios facultativos, entre estos: Streptococcus milleri (78% de las muestras), Rothia mucilaginosa (Stomatococcus mucilaginosus) (71% de las muestras) y Rothia dentocariosa (57% de las muestras). Se pudo concluir a través de esta investigación que los estreptococos del grupo milleri, microorganismos ampliamente conocidos por su capacidad para producir infecciones supurativas, se encuentran muy implicados en la patogénesis de la Pericoronitis aguda severa del tercer molar inferior.
El manejo terapéutico de la Pericoronitis consiste básicamente en el retiro de los detritus que se encuentran alojados en el interior del saco pericoronario que rodea al diente implicado a través de irrigación, y también incluye la eliminación quirúrgica del capuchón pericoronario, así como la prescripción de antimicrobianos, en caso de ser necesario. Usualmente se han empleado antibióticos ß -lactámicos en el tratamiento de esta patología; no obstante, se han aislado cepas de Prevotella y Staphylococcus productoras de ß-Lactamasa a partir de sacos pericoronarios de pacientes con Pericoronitis, por lo que el empleo de Amoxicilina más Ácido Clavulánico, o la combinación de Metronidazol más Espiramicina, o Metronidazol solo, han constituido otras alternativas eficaces de tratamiento. Por otra parte, si el diente involucrado está impactado, debe realizarse la extracción del mismo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario